Sobre nosotros
Un restaurante que late al unísono de una madre y tres hermanos. Santiaga, Aurora, José y Belén
Nuestra cocina la definimos “emocional” la cocina es una experiencia que se vive, en cada color, en cada aroma, en cada sabor...
Aurora es la mente creativa en la cocina. Ella, a través del producto, es capaz de transmitir emociones.
Desde que la puerta del Mesón Octavio se abrió, la maquinaria se puso en marcha, todo iba pasando por las mentes inquietas de esta familia, que estaba deseosa de servir.
Queso, aceite, vino, caza, territorio, amigos, producto, origen y emoción, un sinfín de palabras buscando un término que definiera su proyecto y que le diera su identidad.
Lo encontraron. Al cabo del tiempo, Mesón Octavio es sinónimo de cocina manchega, pero con su punto. Una cocina que ha sabido apoyarse en productores locales para servir de carta de presentación a un legado manchego que hay que contar.
Un legado que crece con sus aportaciones, la más dulce y más famosa y por todos conocidas, las culipardas, se ha convertido en el dulce oficial de la ciudad. Ellos mismos la definen como “la galleta que quiere ser magdalena y sueña con ser mazapán”.
Proyecto el del Mesón Octavio que fue reconocido en el 2018 por su calidad, excelencia culinaria y vanguardia en su trabajo con una distinción de peso, un Sol Repsol, y que hace que la responsabilidad con respecto al cliente suba un punto más en la escala de todo el equipo.
Mesón Octavio en su mesa o en su casa no sabría diferenciarlo. En definitiva, un viaje a las emociones más íntimas a través de una cocina donde el producto manchego, el cariño y el detalle entablan un baile perfecto.
Con el paso del tiempo…
Hemos aprendido que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario enfrentando las consecuencias.
Hemos aprendido que la paciencia, requiere mucha práctica.
Hemos descubierto que madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de la experiencia, que con los años vividos.
Restaurante Octavio, donde se elaboran aromas y se venden sueños
